sábado, 20 de enero de 2018

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY
SABADO 20-01-2.018 DE LA 2ª SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA

¡Cómo han caído los héroes en medio del combate!
Comienzo del segundo libro de Samuel 1, 1-4. 11-12. 19. 23-27

En aquellos días, David regresó tras derrotar a Amaalec y se detuvo dos días en Sicelag.
Al tercer día vino un hombre del campamento de Saúl, con las vestiduras rasgadas y tierra en al cabeza. Al llegar a la presencia de David, cayó en tierra y se postró.
David le preguntó:
«¿De dónde vienes?»
Respondió:
«He huido del campamento de Israel».
David le preguntó de nuevo:
«¿Qué ha sucedido? Cuéntamelo.»
Respondió:
«La tropa ha huido de la batalla y muchos del pueblo han caído entre ellos Saúl y su hijo Jonatán».
Entonces David, echando mano a sus vestidos, los rasgo, lo mismo que sus acompañantes. Hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta la tarde por Saúl, por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, caídos a espada.
Y dijo David:
«La flor de Israel herida en tus alturas. Cómo han caído los héroes. Saúl y Jonatán, amables y gratos en su vida, inseparables en su muerte, más veloces que águilas, más valientes que los leones.
Hijas de Israel, llorad por Saúl, que os cubría de púrpura y adornos, que adornaba con alhajas de oro vuestros vestidos.
Cómo han caído los héroes en medio del del combate. Jonatán, herido en tus alturas.
Estoy apenado por ti, Jonatán, hermano mío. Me ras gratísimo, tu amistad me resultaba más dulce que el amor de las mujeres.
Cómo han caído los héroes. Han perecido las armas de combate». Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL


Sal 79, 2-3. 5-7 
R. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.

Pastor de Israel, escucha, 
tú que guías a José como a un rebaño; 
tú que te sientas sobre querubines, resplandece 
ante Efrain, Benjamin y Manasés; 
despierta tu poder y ven a salvarnos. R.
Señor Dios del universo, 
¿hasta cuándo estarás airado 
mientras tu pueblo te suplica?
Les diste a comer llanto,
a beber lágrimas a tragos; 
nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos. se burlan de nosotros. R.

Aleluya Cf. Hch 16, 14b
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Abre, Señor, nuestro corazón,
para que aceptemos las palabras de tu Hijo R.

EVANGELIO


Su familia decía que estaba fuera de sí
Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 20-21

En aquel tiempo, Jesús llega a casa con sus discípulos y de nuevo se junta tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí. Palabra del Señor.

viernes, 19 de enero de 2018

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY
VIERNES 19-01-2.018 DE LA 2ª SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA

No alargaré la mano contra él, pues es el ungido del Señor
Lectura del primer libro de Samuel 24, 3 -21

En aquellos días, Saúl tomó tres mil soldados escogidos de todo Israel y marchó en busca de David y su gente frente a Sure Hayelín.
Llegó a un corral de ovejas, junto al camino, donde había una cueva. Saúl entró a hacer sus necesidades, mientras David y sus hombres se encontraban al fondo de la cueva.
Los hombres de David le dijeron:
« Este es el día del que te dijo el Señor: “Yo entregaré a tus enemigos en tu mano”. Haz con él lo que te parezca mejor ».
David se levantó y cortó, sin ser visto, la orla del manto de Saúl. Después de ello, sintió pesar por haber cortado la orla del manto de Saúl. Y dijo a sus hombres.
«El Señor me libre de obrar así contra mi amo, el ungido del Señor, alargando mi mano contra él; pues es el ungido del Señor».
David disuadió a sus hombres con esas palabras y no les dejó alzarse contra Saúl. Este salió de la cueva y siguió su camino.
A continuación, David se levantó, salió de la cueva y gritó detrás de Saúl:
«¡Oh, rey, mi señor!»
Saúl miro hacía atrás. David se inclinó rostro a tierra y se postró.
Y dijo a Saúl:
«¿Por qué haces caso a las palabras que dice la gente: David busca tu desgracia”? Tus ojos han visto hoy mismo en la cueva que el Señor te ha entregado en mi mano. Han hablado de matarte, pero te he perdonado, diciéndome: “No alargaré mi mano contra mi amo, pues es el ungido del Señor”. Padre mío, mira por un momento, la orla de tu manto en mi mano. Si la he cortado y no te he matado, comprenderás bien que no hay en mí ni maldad ni culpa y que no te he ofendido. Tú, en cambio, estás buscando mi vida para arrebatármela. Que el Señor juzgue entre los dos y me haga justicia. Pero mi mano no estará contra ti. Como dice el antiguo proverbio: “De los malos sale maldad”. Pero en mí no hay maldad. ¿A quién ha salido a buscar el rey de Israel? ¿A quién persigues? A un perro muerto, a una simple pulga. El señor sea juez y juzgue entre nosotros. Juzgará, defenderá mi causa y me hará justicia, librándome de tu mano»
Cuando David terminó de dirigir estas palabras a Saúl, este dijo:
«¿Es esta tu voz, David, hijo mío?»
Saúl levantó la voz llorando. Y siguió diciendo:
«Eres mejor que yo, pues tú me tratas bien, mientras que yo te trato mal. Hoy has puesto de manifiesto tu bondad para conmigo, pues el Señor me había puesto en tus manos y tú no me has matado. ¿Si uno encuentra a su enemigo, le deja seguir por las buenas el camino? Que el Señor te recompense el favor que hoy me has hecho. Ahora sé que has de reinar y que en tu mano se consolidará la realeza de Israel» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL


Sal 56, 2. 3-4. 6 y 11 
R. Misericordia, Dios mio, misericordia.

Misericordia, Dios mío, misericordia,
que mi alma se refugia en ti;
me refugio a la sombra de tus alas
mientras pasa la calamidad. R.
Invoco al Dios altísimo,
al Dios que hace tanto por mi.
Desde el cielo me enviará la salvación,
confundirá a los que ansían matarme,
enviará su gracia y su lealtad. R.
Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria.
Por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes. R.

Aleluya 2 Cor 5, 19ac
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo,
y ha puesto en nosotros el mensaje de reconciliación. R.

EVANGELIO


Llamó a los que quiso para que estuvieran con él
Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 13-19

En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con él.
E instituyo doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar demonios:
Simón, a quien puso de nombre Pedro, Santiago el de Zebedeo y Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso el nombre de Boanerges, es decir hijos del trueno, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná y Judas Iscariote, el que lo entregó.
Palabra del Señor.

jueves, 18 de enero de 2018

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY
JUEVES 18-01-2.018 DE LA 2ª SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA

Mi padre busca el modo de matarte
Lectura del primer libro de Samuel 18, 6-9; 19, 1-7

En aquellos días, cuando David volvía de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel al encuentro del Saúl, para cantar danzando con tambores, gritos de alborozo y címbalos.
Las mujeres cantaban y repetían al bailar:
«Saúl mató a mil, David a diez mil»
A Saúl lle enojó mucho aquella copla, y le pareció mal, pues pensaba:
«Han asignado diez mil a David y a mil a mí. No le falta más que la realeza»
Desde aquel día Saúl vio con malos ojos a David.
Saúl manifestó a su hijo Jonatán y a sus servidores la intención de matar a David. Jonatán, hijo de Saúl, amaba mucho a David. y le advirtió:
«Mi padre busca el modo de matarte. Mañana toma precauciones, quédate en lugar secreto y permanece allí oculto. Yo saldré y me colocaré al lado de mi padre en el campo donde te encuentres. Le hablaré de ti veré lo que hay y te lo comunicaré».
Jonatán habló bien de David a su padre Saúl. Le dijo:
« No hagas daño al rey a su siervo David, pues él no te ha hecho mal alguno y su conducta ha sido muy favorable hacía ti. Expuso su vida, mató al filisteo y el Señor concedió una gran victoria a todo Israel. Entonces te alegraste al verlo. una gran victoria; bien que te alegraste al verlo. ¿Por qué hacerte culpable de sangre inocente, matando a David sin motivo?».
Saúl escuchó lo que le decía Jonatán, y juró:
«Por vida del Señor, no morirá».
Jonatán llamó a David y le contó toda aquella conversación. Le trajo junto a Saúl y siguió a su servicio como antes. Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL


Sal 55, 2-3. 9-10. 11-12. 13 
R. En Dios confío y no temo.

Misericordia, Dios mío, que me hostigan,
me atacan y me acosan todo el día;
todo el día me hostigan mis enemigos,
me atacan en masa, oh, Altísimo. R.
Anota en tu libro mi vida errante,
recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío,
mis fatigas en tu libo.
Que te retrocedan mis enemigos
cuando te invoco. R.
Así sabré que res mi Dios.
En Dios, cuya promesa alabo,
en el Señor, cuya promesa alabo. R.
En Dios confío y no temo;
¿qué podrá hacerme un hombre? R.
Te debo, Dios mío, los votos que hice,
los cumpliré con acción de gracias. R.

Aleluya Cf. 2 Tim 1, 10
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Nuestro Salvador, Cristo Jesús, destruyó la muerte,
e hizo brillar la vida por medio del Evangelio. R.

EVANGELIO


Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero él les prohibía que lo diesen a conocer
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 7-12

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea.
Al enterarse de las cosas que hacia, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón.
Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío.
Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.
Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él, y gritaban:
– «Tú eres el Hijo de Dios.»
Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer. Palabra del Señor.

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY
MIERCOLES 17-01-2.018 DE LA 2ª SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA

Venció David al filisteo con una honda y una piedra
Lectura del primer libro de Samuel 17, 32-33. 37. 40-51

En aquellos días, Saúl mandó llamar a David, y este le dijo:
«Que no desmaye el corazón de nadie por causa de ese hombre. Tu siervo irá a luchar contra ese filisteo».
Pero Saúl respondió:
«No puedes ir a luchar con ese filisteo. Tú eres todavía un joven y él es un guerrero desde su mocedad».
David añadió:
«El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará también de la mano de ese filisteo».
Entonces Saúl le dijo:
«Vete, y que el Señor esté contigo».
Agarró el bastón, se escogió cinco piedras lisas del torrente y las puso en su zurrón de pastor y en el morral, y se avanzó hacía el filisteo con la honda en la mano. El filisteo se fue acercando a David, precedido de su escudero. Fijó su mirada en David y lo despreció, viendo que era un muchacho, rubio y de hermoso aspecto.
El filisteo le dijo:
« ¿Me has tomado por un perro, para que vengas a mi con palos?».
Y maldijo a David por sus sus dioses.
El filisteo siguió diciéndole:
«Acércate y echaré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo».
David le respondió:
«Tú vienes contra mi con espada, lanza y jabalina. En cambio, yo voy contra ti en nombre del Señor del universo, Dios de los escuadrones de Israel al que has insultado. El Señor te va a entregar hoy en mis manos, te mataré, te arrancaré la cabeza y hoy mismo entregaré tu cadáver y los del ejército filisteo a las aves del cielo y a las fieras de la tierra. Y toda la tierra sabrá que hay un Dios de Israel. Todos los aquí reunidos sabrán que el Señor no salva con espada ni lanza, porque la guerra es del Señor y os va a entregar en nuestras manos».
Cuando el filisteo se puso en marcha, avanzando hacia David, este corrió veloz a la línea de combate frente a él. David metió su mano en el zurrón, cogió una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente. La piedra se le clavó en la frente y cayo de bruces en tierra.
Así venció David al filisteo, con una honda y una piedra. Lo golpeó y lo mató sin espada en la mano.
David echó a correr y se detuvo junto al filisteo. Cogió su espada, la sacó de la vaina y lo remató con ella, cortándole la cabeza. Los filisteos huyeron, al ver muerto a su campeón. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL


Sal 143, 1. 2. 9-10 
R. ¡Bendito el Señor, mi alcázar!

Bendito el Señor, mi Roca, 
que adiestra mis manos para el combate, 
mis dedos para la pelea. R.
Mi bienhechor, mi alcázar, 
baluarte donde me pongo a salvo, 
mi escudo y refugio, 
que me somete los pueblos. R.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo, 
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas: 
para ti que das la victoria a los reyes 
y salvas a David, tu siervo, de la espada maligna. R.

Aleluya Cf. Mt 4, 23
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Jesús proclamaba el evangelio del reino, 
y curaba toda dolencia del pueblo. R.

EVANGELIO


¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo.
Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada:
-«Levántate y ponte ahí en medio.»
Y a ellos les preguntó:
-«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?»
Ellos callaban. Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre:
-«Extiende la mano».
La extendió y su mano quedó restablecida.
En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él. Palabra del Señor.

martes, 16 de enero de 2018

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY
MARTES 16-01-2.018 DE LA 2ª SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA

Samuel ungió a David en medio de sus hermanos y el espíritu del Señor vino sobre él
Lectura del primer libro de Samuel 16, 1-13

En aquellos días, el Señor dijo a Samuel:
«¿Hasta cuándo vas a estar sufriendo por Saúl, cuando soy el que lo he rechazado como rey sobre Israel? Llena la cuerno de aceite y ponte en camino. Te envío a casa de Jesé, el de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí».
Samuel respondió:
«¿Cómo voy a ir? Si lo oye Saúl, me mata.»
El Señor respondió:
«Llevas de la mano una novilla y dices que has venido a ofrecer un sacrificio al Señor. Invitarás a Jesé al sacrificio y yo te indicaré lo que has de hacer. Me ungirás al que te señale».
Samuel hizo lo que le había ordenado el Señor.
Una vez llegado a Belén, los ancianos de la ciudad salieron temblorosos a su encuentro.
Preguntaron:
«¿Es de paz tu venida?».
Respondió:
«Si. He venido para ofrecer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio».
Purificó a Jesé y a sus hijos, y los invitó al sacrificio.
Cuando estos llegaron, vio a Eliab y se dijo:
«Seguro, que está ungido ante el Señor».
Pero el Señor dijo a Samuel:
«No te fijes en las apariencias ni en lo elevado de su estatura porque lo he descartado. No se trata de lo que vea el hombre. Pues el hombre mira a los ojos, mas el Señor mira el corazón».
Jesé llamó a Abinadab y lo presentó Samuel, pero le dijo:
«Tampoco a este lo ha elegido el Señor».
Jesé presentó a sus siete hijos ante Samuel. Pero Samuel dijo a Jesé:
«El Señor no ha elegido a estos».
Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante Samuel; y Samuel le dijo:
-«Tampoco a éstos los ha elegido el Señor.»
Entonces Samuel preguntó a Jesé:
-«¿No hay más muchachos?».
Y le respondió:
-«Todavía queda el menor, que está pastoreando el rebaño».
Samuel le dijo:
-«Manda a buscarlo, porque no nos sentaremos a la mesa, mientras no venga».
Jesé mandó a por él y lo hizo venir. Era rubio, de hermosos ojos y buena presencia. El Señor dijo a Samuel:
-«Levántate y úngelo,de parte del Señor, pues es este.»
Samuel cogió el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el espíritu del Señor vino sobre David desde aquel día en adelante.
Samuel emprendió luego el camino de Ramá.
Palabra de Dios.

SALMO RESPÓNSORIAL


Sal 88, 20. 21-22. 27-28 
R. Encontré a David, mi siervo.

Un día hablaste en visión a tus santos: 
«He ceñido la corona a un héroe, 
he levantado a un soldado de entre el pueblo». R.
«Encontré a David, mi siervo, 
y lo he ungido con óleo sagrado; 
para que mi mano esté siempre con él 
y mi brazo lo haga valeroso.» R.
«Él me invocará: “Tú eres mi padre, 
mi Dios, mi Roca salvadora”; 
y lo nombraré mi primogénito, 
excelso entre los reyes de la tierra». R.

Aleluya Cf. Ef 1, 17-18
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine los ojos de nuestro corazón,
para que comprendamos cuál es la esperanza 
a la que nos llama. R.

EVANGELIO


El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 2, 23-28

Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas.

Los fariseos le preguntan:

«Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?»

Él les responde:

« ¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre como entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con él».

Y les decía:

«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado».

Palabra del Señor.

lunes, 15 de enero de 2018

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY
LUNES 15-01-2.018 DE LA 2ª SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA

La obediencia vale más que el sacrificio. El Señor te ha rechazado como rey
Lectura del primer libro de Samuel 15, 16-23

En aquellos días, Samuel dijo a Saúl:
-«Voy a comunicare lo que me ha manifestado el Señor esta noche».
Saúl contestó:
-«Habla».
Samuel siguió diciendo:
«¿No es cierto que siendo pequeño,a tus ojos eres el jefe de las doce tribus de Israel? El Señor te ha ungido como rey de Israel. El Señor te envió con esta orden: “Ve y entrega al anatema a esos malvados amalecitas y combátelos hasta aniquilarlos”. ¿Por qué no has escuchado la orden del Señor, lanzándote sobre el botín, y has obrado mal a sus ojos?».
Saúl replicó:
-«Yo he cumplido la orden del Señor y he hecho la campaña a la que me envió. Traje a Agag, rey de Amalec, y entregué al anatema a Amalec. El pueblo tomó del botín ovejas y vacas, lo más selecto del anatema, para ofrecérselo en sacrificio al Señor, tu Dios, en Guilgal.»
Samuel exclamó:
-«¿Le complacen al Señor los sacrificios y holocaustos tanto como obedecer su voz. La obediencia vales más que el sacrificio, y la docilidad, más que la grasa de carneros. Pues pecado de adivinación es la rebeldía y la obstinación, mentira de los terafim. Por haber rechazadola palabra del Señor, te ha rechazado como rey». Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL


Sal 49, 8-9. 16bc-17. 21 y 23 
R. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.

No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mi.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños. R.
¿Por qué recitas mis preceptos 
y tienes siempre en la boca mi alianza, 
tú que detestas mi enseñanza 
y te echas a la espalda mis mandatos? R.
Esto haces, ¿y me voy a callar? 
¿Crees que soy como tú? 
Te acusaré, te lo echaré en cara. 
El que me ofrece acción de gracias, 
ése me honra; 
al que sigue buen camino 
le haré ver la salvación de Dios. R.

Aleluya Heb 4, 12ad
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. La palabra de Dios es viva y eficaz;
juzga los deseos e intenciones del corazón. R.

EVANGELIO


El esposo está con ellos
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 2, 18-22

En aquel tiempo, como los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayunando, vinieron unos y le preguntaron a Jesús:
-«Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?»
Jesús les contestó:
-«¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar.
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo; y entonces ayunarán en aquel día.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto – lo nuevo de lo viejo – y deja un roto peor.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos». Palabra del Señor.

domingo, 14 de enero de 2018

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY

LECTURA Y EVANGELIO DE HOY
DOMINGO 14-01-2.018 DE LA 2ª SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA

Habla, Señor, que tu siervo escucha
Lectura del primer libro de Samuel 3, 3b-10. 19

En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el Arca de Dios.
Entonces el Señor llamó a Samuel. Este respondió:
«Aquí estoy.»
Corrió adonde estaba Elí y le dijo:
«Aquí estoy, porque me has llamado».
Respondió:
«No te he llamado; vuelve a acostarte».
Fue y se acostó.
El Señor volvió a llamar a Samuel.
Se levantó Samuel, fue adonde estaba Elí y dijo:
«Aquí estoy, porque me has llamado».
Respondió:
«No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte».
Samuel no conocía aún al Señor, ni se le había manifestado todavía la palabra del Señor.
El Señor llamó a Samuel, por tercera vez . Se levantó, fue adonde estaba Elí y dijo:
«Aquí estoy, porque me has llamado».
Comprendió entonces Elí que era el Señor el que llamaba al joven. Y dijo a Samuel:
«Ve a acostarte. Y si te llama de nuevo, di: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”». Samuel fue a acostarse en su sitio.
El Señor se presentó y llamó como las veces anteriores:
«¡Samuel, Samuel!».
Respondió Samuel::
«Habla, que tu siervo escucha».
Samuel creció. El Señor estaba con él, y no dejó que se frustrara ninguna de sus palabras. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL


Sal 39, 2 y 4ab. 7. 8-9. 10
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo esperaba con ansia al Señor; 
él se inclinó y escuchó mi grito; 
me puso en la boca un cántico nuevo, 
un himno a nuestro Dios. R.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, 
y, en cambio, me abriste el oído; 
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios;
entonces yo digo: «Aquí estoy». R.
« – Como está escrito en mi libro –
para hacer tu voluntad. 
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas». R.
He proclamado tu salvación 
ante la gran asamblea; 
no he cerrado los labios; Señor, tú lo sabes. R.

SEGUNDA LECTURA
¡Vuestros cuerpos son miembros de Cristo!
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 6, l3c-15a. 17-20

Hermanos:
El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Y Dios resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros con su poder.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
El que se une al Señor es un espíritu con él.
Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios?
Y no os pertenecéis, pues habéis sido comprados a buen precio.
Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo! Palabra de Dios.

Aleluya Cf. Jn 1, 41. 17b
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Hemos encontrado al Mesías, que s Cristo;
la gracia y la verdad nos han llegado por medio de él. R.

EVANGELIO


Vieron dónde vivía y se quedaron con él
Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 35-42

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:
«Este es el Cordero de Dios».
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:
«¿Qué buscáis?».
Ellos le contestaron:
«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».
Él les dijo:
«Venid y veréis»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)».
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)».
Palabra del Señor.