miércoles, 14 de diciembre de 2016

LECTURAS Y EVANGELIO DE HOY


LECTURAS Y EVANGELIO DE HOY


MIERCOLES DE LA TERCERA SEMANA DE ADVIENTO 2016 
Tiempo de Adviento. 

PRIMERA LECTURA
Cielos, destilad desde lo alto

Lectura del libro de Isaías 45 y 6b-8. 18. 21b-25

«Yo soy el Señor, y no hay otro, el que forma la luz y crea las tinieblas, yo construyo la paz y creo la desgracia. Yo, el Señor, realizo todo esto. Cielos, destilad desde lo alto la justicia, las nubes la derramen, se abra la tierra y brote la salvación, y con ella germine la justicia. Yo, el Señor, lo he creado». Así dice el Señor, creador del cielo – él es Dios -, él modeló la tierra, la fabricó y la afianzó; no la creó vacía, sino que la formó habitable: «Yo soy el Señor, y no hay otro. – No hay otro Dios fuera de mí – . Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más. Volveos hacia mí para salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro. Yo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua»; dirán: «Sólo el Señor tiene la justicia y el poder». A él vendrán avergonzados los que se enardecían contra él; con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL

Salmo 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
R. Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al justo.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos»
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la lluvia,
nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino. R.
EVANGELIO

Anunciad a Juan lo que habéis visto y oído

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 7, 19-23

En aquel tiempo, Juan, llamando a dos de sus discípulos, los envió al Señor diciendo: «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?». Los hombres se presentaron ante él y le dijeron: «Juan el Bautista nos ha mandado a ti para decirte: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?”». En aquella hora Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista. Respondiendo, les dijo: «ld y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Y ¡bienaventurado el que no se escandalice de mí!». Palabra del Señor.
MEDITACION
Juan no está seguro y envía a dos de sus discípulos: ¿tenemos que esperar a otro? Vieron cómo Jesús curaba a muchos, y luego, en su respuesta, les habla del cumplimiento. Mirad cómo lo que los profetas predijeron se cumple ante vuestros ojos. Los ciegos ven, y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia. Hoy es el día que ellos señalaron. Ante vosotros tenéis las pruebas. Lo que se anunciaba para aquellos días del final se realiza hoy entre nosotros. El futuro se hace presente ante vuestros ojos. Parecía una línea que iba derecha del pasado profético al futuro de los últimos tempos, pero ahora vemos que ese futuro se hace presente entre nosotros en la persona de Jesús. Dichoso el que no se escandalice de mí. En él se inaugura un bucle decisivo, el cual, naciendo en el pasado profético que habla de un futuro por llegar cuando sea el final de los tiempos, se presenta a nosotros en este hoy de su presencia. La salvación final se nos hace patente en él, en la carne de Jesús, enviado a nuestro hoy desde el futuro indeclinable de Dios. Mirad que ya está aquí. A las pruebas nos remite. Las profecías se cumplen en él, que viene del futuro de Dios para hacerse presente entre nosotros. Este es el bucle de nuestra salvación: del pasado profético al futuro de la promesa, para llegar al presente del cumplimiento. Pasado y futuro se cumplen en el presente. Id, pues, y anunciad a Juan lo que habéis visto.
Vemos de qué manera Jesús se hace realidad en nuestro presente, en el hoy de nuestras vidas, enviado por parte de quien es Yo soy Dios. No hay posibilidad alguna de desconcierto. No hay modo de que nos confundamos, dirigiéndonos a otros dioses. Porque estamos asistiendo al bucle de nuestra salvación, y esta procede del Yo soy Dios que viene de su futuro indeclinable, para hacerse presente en nosotros. Presente en la carne de Jesús. Ved que ya viene, ved que ya comienza a estar acá, entre nosotros, en el seno carnal de María, su madre. Mirándole a ella, veremos nacer al Hijo de Dios.

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