viernes, 30 de diciembre de 2016

LECTURAS Y EVANGELIO DE HOY

LECTURAS Y EVANGELIO DE HOY
VIERNES OCTAVA DE NAVIDAD
LA SAGRADA FAMILIA: JOSE MARIA Y JESUS
Quien teme al Señor honrará a sus padres

Lectura del libro del Eclesiástico 3, 2-6. 12-14

PRIMERA LECTURA
El Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos.
Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros.
Quien honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado.
Quien respeta a su padre tendrá larga vida, y quien honra a su madre obedece al Señor.
Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y durante su vida no le causes tristeza.
Aunque pierda el juicio, sé indulgente con él y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor.
Porque la compasión hacia el padre no será olvidada y te servirá para reparar tus pecados.Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL

Salmo responsorial 127, 1-2. 3. 4-5 
R. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
y sigue sus caminos. 
Comerás del fruto de tu trabajo, 
serás dichoso, te irá bien. R.
en medio de tu casa; 
tus hijos, como renuevos de olivo, 
alrededor de tu mesa. R.
que teme al Señor. 
Que el Señor te bendiga desde Sión, 
que veas la prosperidad de Jerusalén 
todos los días de tu vida. R.


Dichoso el que teme al Señor 
Tu mujer, como parra fecunda, 
Esta es la bendición del hombre 
que teme al Señor. 
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. R.

EVANGELIO

Toma al niño y a su madre y huye a Egipto

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-15. 19-23



Cuando se retiraron los magos, el ángel del señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:
«De Egipto llamé a mi hijo».
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:
«Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atacaban contra la vida del niño».
Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a la tierra de Israel.
Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría nazareno.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Una de las figuras que no brilla mucho en el Evangelio y que por ello se tiende a menospreciar, es la figura de san José la cual, en realidad, tiene mucho qué decirnos a todos nosotros. En este pasaje que nos presenta la liturgia de hoy vemos no solo al fiel servidor de Dios, siempre dispuesto, como María, a hacer su voluntad, sino que podemos ver además, gracias a la estructura literaria, cómo su función es cuidar de lo más valioso que tiene Dios: su Hijo y la Madre de su Hijo. José es una persona responsable que sabe lo que se le ha encargado.
 ¿Cuántos de nosotros seremos como él? Pues Dios, a cada uno de nosotros nos ha encargado cosas muy importantes para Él. Nuestro cónyuge, nuestros padres, nuestros hijos, incluso nuestro trabajo con el cual contribuimos al progreso económico de nuestra sociedad, todas son cosas importantes para el Señor. Como a José, nos ha encargado que cuidemos de ellos. Para ello debemos, como José, reconocer que son cosas importantes para Dios y que seguramente nos pedirá cuentas de lo que nos ha confiado, como claramente lo revelan las parábolas que Jesús contó sobre los administradores, para saber cómo hay que cuidarlas. La Palabra de Dios es el instrumento fundamental a través del cual, Dios nos indica el camino a seguir, como lo hizo con José.
El no tener contacto con la Sagrada Escritura es la principal causa de que lo que Dios ama y ha puesto en nuestras manos, se pierda o se arruine. Él sabe de nuestras incapacidades y por eso ha puesto en nuestras manos la Sagrada Escritura, de manera que en ella sepamos encontrar cómo tratar y cuidar al cónyuge, a los hijos y a los padres. Mucho más, si además de esto, Dios hubiera puesto a nuestro cuidado una comunidad o un ministerio, pues de todo ello deberemos responder como administradores que somos. José no tuvo miedo de hacer cuanto se le pedía, no obstante que era, en principio, una empresa peligrosa y que lo desmembraba de su casa y de su nación. Para él, lo más importante era hacer la voluntad del Señor y cuidar de su familia. Debes estar atento a Dios y seguir con claridad lo que la Escritura dice, pues recuerda que, de todo lo que se te ha confiado, se te pedirán cuentas.

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