martes, 4 de marzo de 2014

UN PROVERBIO AL DÍA 4





UN PROVERBIO AL DÍA 4






Importante hacer de estos pasajes de la Biblia una lectura diaria, sin prisas y sin esquemas, solo leer. Tener en cuenta  todos los consejos que trae este libro de la Biblia. Hoy comenzando el mes proverbio numero uno, por eso con gusto se los comparto.


PROVERBIO 4


La Sabiduría, gloria del que la posee


Escuchen, hijos míos, las instrucciones de un padre, presten atención, para prender la prudencia.
Yo quiero transmitirles un saber precioso, no descuiden, pues mi enseñanza.
Yo también fui un hijo hijo querido de mi padre, y amado tierna mente como único de mi madre.
Él me enseñaba y decía: Sujeta mis palabras en tu corazón, observa mis mandamientos y vivirás feliz.
Adquiere la sabiduría e inteligencia, y no olvides ni te apartes de las palabras de mi boca. 

No la abandones la sabiduría ,porque ella te protegerá, ámala, y sera tu salvación.
El comienzo de la sabiduría es trabajar por adquirirla; a costa de cuanto posees, procure adquirir prudencia.
Abre el camino;pues ella  te glorificará, y te llenará de honores cuando la estreches en tus brazos.
Sobre tu cabeza Pondrá una di adema de gracia, te ceñirá una corona de gloria. 

La Sabiduría, guía en el camino


Escucha, hijo mío, recibe mis palabras, y tus años de vida se multiplicarán.
Yo te guió por el camino de la sabiduría, te encamino por sendas rectas.
Así caminaras a tus anchas, y si corres, no tropezarás.
Mantente firme en la instrucción, nunca te desanimes; guárdala bien, porque ella es tu vida.
No entres en la senda de los perversos, ni vayas por el camino de los malos.
Evítalo, no pases por allí, desvía y pasa. Porque ellos no duermen, si no hacen el mal; pierden el sueño, si no hacen caer a alguien. Es que su pan es de maldad, y vino de la violencia su bebida. 
El camino de los malos es como tinieblas, ellos no saben dónde van a tropezar. 
El camino la senda de los justos, es como luz del alba,que va en aumento y crece al mediodía.

La Sabiduría, fuente de vida


Atiende hijo mío, mis palabras, inclina tu oído a mis palabras. Jamas las pierdas de vista guárdalas bien dentro de tu corazón, porque son vida para los que las reciben y medicina para todo hombre. Antes que nada guárdalas en tu corazón, porque de Él mana la vida.
Aparta de tu boca la mentira, aleja de tus labios la falsedad. 

Que tus ojos miren de frente y tu mirada vaya derecho ante ti.
Fíjate bien dónde pones los pies y que sean firmes todos tus pasos.
No te desvíes ni a derecha ni a izquierda, aleja tus pasos del mal.


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